Desde hace más de 10 años venimos viendo como el cloud es una evolución tecnológica y una herramienta en las empresas, nos permite disfrutar y aprovechar las diferentes tecnologías a nuestro alcance sin el costoso desarrollo de un proyecto, que dura mucho en el tiempo para poner en marcha y tiene una serie de variables que controlar para su puesta en marcha que complican la viabilidad de los proyectos. Voy a centrarme en esto, para ver qué y cómo la filosofía del Cloud Computing ha venido para ayudar y mejorar el funcionamiento de las infraestructuras.
Hace 10 años, cuando estaba estudiando mi Master en Dirección de Sistemas de Información, en clase con todos trabajando en temas relacionados con la tecnología, yo era el chico cloud, el que en los debates defendía el Cloud Computing como una gran herramienta para las empresas, y siempre recuerdo un debate en el que surgió la pregunta de si es más barato y mi respuesta sorprendió a todos cuando dije que no y el profesor, que también abogaba por el Cloud Computing me dio la razón. Creo que es un buen momento para explicar el porqué y como a día de hoy nos beneficiamos de esto.
Cuando planteábamos un proyecto dentro de la empresa, teníamos que tener en cuenta una serie de parámetros como era el coste inicial de las infraestructuras, el coste de desarrollo, el tiempo de implantación, las complejidades de integración o sustitución de las herramientas existentes, en definitiva una serie de costes que influyen en el coste total del proyecto, si a eso le añadimos que para estudiar la viabilidad teníamos que tener en cuenta los años de funcionamiento del mismo y las variaciones que durante esos años se pudieran producir en forma de sobrecostes con inversión mayor en infraestructuras, licencias y componentes que igual serían para dentro de dos o tres años.
Poder plantearnos a día de hoy que ese mismo proyecto se pueda acometer en un formato de pago por uso, una de las grandes ventajas que la filosofía cloud computing nos ha traído, junto con la automatización, flexibilidad y agilidad, nos permite que la inversión inicial en un proyecto se reduce, queda reducida a como mucho los periodos de aprendizaje o la fase de integración, pero no sobre costes del dimensionamiento y licenciamiento a 3, 4 o 5 años en el mejor de los casos.
Los modelos de pago por uso por lo tanto nos dan una flexibilidad y una facilidad de reaprovechamiento de las tecnologías y herramientas que vamos a utilizar. En ocasiones caemos en el error de comparar cual es el coste a 5 años de una herramienta en un modelo o en otro, sin tener en cuenta elementos como costes financieros, la ventaja de tener nosotros nuestro dinero disponible para seguir creciendo en lugar de invertido en sistemas o licencias desaprovechadas o no. Otros costes que aparecen como la variabilidad, se ajusta mejor a nuestro consumo real actual, la posibilidad de reubicar los recursos a otros proyectos, dado que no tenemos la obligación de realizar esa amortización a varios años.
Por esa flexibilidad, beneficio económico, liberación de recursos y optimización, es por lo que creo que aunque la comparativa bruta a X años entre comprar o pagar por utilizar nos pueda salir mejor la compra, el conjunto de beneficios asociados al pago por uso superan con creces a la compra.
A día de hoy eso que he empezado hablando como la filosofía Cloud Computing que nos permite tener agilidad y flexibilidad incluyendo los modelos de pago, ya no están reducidas a aquellos proyectos que vayan funcionar en Internet, podemos hacerlo con proyectos en nuestra casa, ya que las compañías de tecnología nos lo ofrecen, el mejor ejemplo es HPE Greenlake, que nos permite disfrutar de la flexibilidad y agilidad del modelo de pago por uso con la infraestructura donde nosotros queramos y la que nosotros elijamos, en nuestro Datacenter o fuera o combinando, ofreciendo una autentica Cloud Hibrida.

Os recomiendo probarlo evaluarlo y ver las muchas ventajas que el modelo nos puede ofrecer.